Artículo publicado en Revista Mujeres de Ñuble N°3 (agosto 2023)
Por Claudio Martínez, arquitecto experto en Patrimonio
Ñuble tiene de manera exuberante patrimonio material e inmaterial. El patrimonio material se genera principalmente en el proceso de reconstrucción post terremoto de Chillán en 1939, con la instalación en la ciudad de lo que se conoce como movimiento modernista, en cantidad y calidad, el más relevante del país.
Luego, en el ámbito del patrimonio inmaterial, tenemos un impresionante número de personajes en el ámbito de la cultura y la historia, incluidos en ello dos de los más importantes íconos de la historia de Chile, como son Bernardo O’Higgins y Arturo Prat.
Pero ello no es todo. No se puede dejar de destacar a grandes actores del mundo del arte, la cultura y la arquitectura, que, sin ser originarios de nuestra región, llegaron para dejar una huella imborrable y hoy son parte sustantiva e indivisible de nuestro patrimonio.
En el ámbito de la arquitectura está el arquitecto húngaro Tibor Weiner, alumno de la Bauhaus, la escuela de diseño más importante del mundo en el siglo XX. Huyendo de la barbarie nazi, llegó a Chile y a Chillán en 1939, y dejó su huella principalmente en los edificios públicos y municipales, el Teatro Municipal y el Cuerpo de Bomberos. Aunque no haya firmado esos planos, dejó un legado imborrable constituido por la herencia Bauhaus en Chillán.
Luego está el Edificio Copelec. Su diseño de estilo moderno estuvo a cargo de los arquitectos Juan Bochers, Isidro Suárez y del español Jesús Bermejo, los que se conocieron en la Escuela de Arquitectura de San Juan, seguidora de la obra del arquitecto francés Le Corbusier. El Edificio Copelec fue elegido entre las 20 obras más importantes de la arquitectura moderna del siglo XX en una exposición en México a inicios del 2000. Así, en un rincón de Chillán está la huella de Le Corbusier, considerado uno de los padres de la arquitectura moderna mundial.
Entre los personajes vinculados al arte que llegaron a Ñuble están Gonzalo Rojas y David Alfaro Siqueiros. El poeta Premio Cervantes, el Nobel del habla hispana, no solo eligió a Chillán para vivir la última etapa de su vida, sino que además dejó su huella y su legado con tal fuerza que hoy día lo sentimos como un chillanejo más.
Siqueiros, por su parte, uno de los más, o el más importante muralista de México, llegó a Chillán a aportar su arte a la reconstrucción. Él mismo señaló en una entrevista que es en Chillán donde estuvo dedicado 100% a pintar y creó su obra magna, la que, según muchos críticos, marcó un antes y un después en su creación artística. Los murales de Siqueiros son, a juicio de muchos, el patrimonio artístico más relevante de la ciudad. Todos ellos dejaron una huella imborrable, un legado que hoy nos pertenece.
Como se puede apreciar, convivimos a diario con un patrimonio de categoría mundial, sin que muchas veces nos demos cuenta de ello. Es tarea de todos preservar este patrimonio y ponerlos en valor.